Para mis amigas y amigos.

Con este video quiero dar las gracias a mis amigos y amigas por su apoyo, paciencia y comprensión y decirles que pueden contar conmigo como yo lo hago con ellos.

¡¡¡Gracias, sois geniales!!!



La diversidad permite se conocedores de todo, la unidad ayuda a encauzar los esfuerzos con un propósito, pero entre lo estas fuerzas hay frágil balanza.

Luís Gabriel Carrillo Navas

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Quien da más? Se aplauden y subvencionan condenas.

La historia de Agapito Pazos, es como para ponerle a una los pelos como escarpias. Su lujo una habitación decorada o recolocada,  posiblemente a capricho de otros y un cubierto grabado.

Tener una diversidad funcional, no tener familia y no poder defenderse en esta jungla social  en que vivimos, es decir, ser un ciudadano marginado, aun sigue siendo sinónimo de ser forzosamente un condenado, con menos derechos  que cualquier reo penalmente sentenciado, ya que Agapito solo una vez en toda su vida tuvo contacto con un trozo de libertad pudiendo traspasar las fronteras del hospital para ver el mar.

Aun así, la persistencia de un paradigma cruel y equivocado que concibe a las personas con discapacidad como pseudosujetos sociales  pretende hacernos ver que aun el pobre Agapito fue un hombre privilegiado porque sigue siendo más cómodo y más barato hablar de caridad y favores que de igualdad de oportunidades, porque eso de llevar a la práctica el “nada sobre nosotros, sin nosotros” significa inclusión y viene a ser incómodo, laborioso, molesto, eficaz  y caro.

No importa a demasiadas personas, si el perrito de la Preysler o de cualquier otro famosete y posible miembro de honor de fundaciones como la que tuteló a Agapito, disfruta de más derechos que estos tutelados. A fin de cuentas, nadie, acabará llorándolos.

¿Cuántos Agapitos esconde nuestro actual sistema para próximas noticias ofensiva y vergonzosamente plañideras? Quizás estas fundaciones, que se crecen y engalanan con estas consentidas y aplaudidas  crueldades lo sepan.

Tal vez nunca olvidarán que Agapito, fue una buena presa.

No hay comentarios: