A LA CONSEJERA DE IGUALDAD Y EMPLEO
DE LA JUNTA DE EXTREMADURA
Sra. Lucio:
Hace ahora dos años, le envié un escrito en el que expresaba la desprotección institucional al que la Junta de Extremadura, en este caso nos tiene sumidos a mí y a mis hijos. En ese escrito le argumentaba las razones de tal despropósito asumido por ustedes como supuestos garantes de nosotros los ciudadanos y más concretamente de la protección hacia las familias y la infancia que en ella conviven.
Ninguna de mis preguntas formuladas en ese amplio escrito fueron contestadas a pesar de habérseme abierto una apertura de expediente por posible desprotección, citándonos el 18 de julio de 2007 y recordarles, en esa fecha, que fui yo quien me dirigí a ustedes, tres meses antes; en este caso a la entonces titular de Bienestar Social, la Sra. Flores Rabazo, para denunciar y exponer la desprotección en este caso de mi hija por un Sistema Educativo que lejos de ayudar, integrar, incluir y normalizar aisló, excluyó y marginó negativamente a una niña con una problemática muy dañina cara a su escolarización y socialización con sus iguales; además de solicitarles a ustedes esa supuesta conexión y apoyo que deberían prestar a personas y familias , en este caso en inferioridad de condiciones para un pleno y óptimo desarrollo. Desgraciadamente la respuesta vacía y caduca, recibida vía Gabinete de la Consejera de Bienestar Social, fue trasladar el caso a Educación e inmiscuirse.
En julio de 2007 era usted ya la titular de ese Departamento, luego traspasado a Igualdad y Empleo, pero siendo usted, si no estoy mal informado en esa fecha y en la actualidad la máxima responsable.
Como comentaba, el 18 de julio de 2007 tuve la primera cita con los dos técnicos del departamento que llevaban Infancia y Familia; ambos psicólogos. Ni se me trasladó ninguna concreción o motivo de esa apertura ni supuestas negligencias o dejadez de mis funciones como padre de esos niños. Es más, pude comprobar como ni siquiera esos técnicos conocían el escrito registrado y enviado el 21 de marzo de ese mismo año dando las quejas, denunciando y solicitando apoyo para esos niños; escrito que les entregué para su estudio (Léase http://www.diariodirecto.com/tuperiodista/desarrollo-noticia.html?idNotUsr=444 ).
Poco tiempo después tuve la segunda reunión con esos técnicos; en este caso en mi domicilio, donde conocieron a mi hija Silvia y donde a instancias de la psicóloga que llevaba la batuta hizo dos dibujos: Dibujos que como ya les explicaba en el escrito que ustedes desgraciadamente no leyeron, comentaba la alegría de contenidos y colorido de los dibujos de la niña, lejos del alarmismo y posible maltrato o negligencia física o psicológica como solicitaron a diestro y siniestro a personas relacionadas con mi medio local y otros profesionales a los que le indiqué inquirieran. Preguntas que torpemente se le hicieron a la niña cuando ella tuvo que contestarles que ni tenía supuestas amigas ni era tratada correctamente en su colegio; en este caso, Santa Mª de la Coronada de mi localidad; y que rápidamente fueron encubiertas tras cambiar de tema con la niña.
En septiembre de 2007 hubo una tercera reunión; también en mi domicilio, donde se aparentó por esos técnicos un cambio de situación positiva como solución a esas dudas hacia el compromiso con mis hijos, tras conocer un cambio en la situación familiar; cuestión que en modo alguno reflejaba un antes y un después en la hipotética desprotección hacia los niños. Simplemente ustedes estaban en “pañales” y realmente sabían desde hace tiempo que esa denuncia era una falsa alarma denunciada con mala fe por actores hoy día bien conocidos, pero no asumidas, dado el absurdo, mísero y cínico corporativismo ejercido por diversos estamentos institucionales de la Junta de Extremadura.
En enero de 2008 y tras comprobar que a pesar del cambio de colegio obligado por el ambiente tan nocivo sufrido en su anterior colegio, Santa Mª de la Coronada al Rodríguez Cruz de mi localidad, donde se seguía produciendo el mismo trato denigrante, desidioso hacia las necesidades de mi hija y la exclusión y desprecio hacia ella, me puse en contacto varias veces para insistir en solicitar una reunión con la entonces Directora General de Infancia y Familia, Nuria Sánchez Villa, teniendo dicha cita el 30 de enero de ese año. En esa reunión entre otras cosas se me pidió disculpas por esa persona, dado el lamentable silencio y dilatación del caso. También me comentó que había indicios de ciertas irregularidades en la denuncia, aunque no se quiso entrar en detalle. Le volví a comentar la situación tan degradante de la niña a nivel escolar y ante la afirmación que me hacia de que el expediente lo iban a cerrar ya que obviamente no había tal supuesto de riesgo e incluso “me compadecía” por la difícil situación de tener a dos niños con serios problemas tuve que corregirla diciéndole que lo duro era esquivar tantos obstáculos de mala fe y que no se cerrase el caso, sino que dado que en la carta donde se me trasladaba esa apertura por supuesto riesgo de desprotección se decía que ustedes eran los protectores de esos derechos de los menores lo verificasen e hiciesen cumplir lo que Normas de obligado cumplimiento contemplan, en este caso exigírselas al Sistema Educativo, como marca la L.O.E. entre otras.
En febrero, nuevamente tuve otra reunión con estos técnicos, en este caso en el despacho de una de los personajes que dio lugar a esta falsa denuncia. Al igual que me comentase la Sra. Sánchez Villa querían cerrar el expediente a lo que tuve que “invitarles” como ya lo hice con esa, hoy día, ex Directora General que no se cerrase, lo que provocó la ira de la técnico que llevaba la voz cantante, presuponiendo que seguramente necesitaba atención psiquiátrica/psicológica y viniendo a decirme, tras insistir que me explicasen el motivo de esa apertura de expediente, que era debida al agravamiento por “exceso de celo” hacia mis hijos (le recuerdo que mi hija ha sufrido un notable cuadro ansioso depresivo; incluido deseos de morirse, por cierto previéndolo desde el año 2005 en escritos que así lo avalan; y que a mi hijo se le ha negado apoyo logopédico en el colegio).
A lo largo del mes de abril y mayo de 2008, intenté reiteradamente hablar con responsables de su departamento, incluida usted, pero parece ser que un simple embarazo tenia paralizado a toda una Consejería, ya que ni su secretaria a la que le tuve que recordar que leyese los escritos que iban a su atención, pues ni siquiera se lo había leído, menos comprendido tras tenerle que decir la página y la petición entre otras de reunirme con usted, a lo que me contestó con la famosa y desacertada contestación de que existe un plazo de tres meses para contestar (por cierto hoy hace dos años de ese escrito y aún no contestado). Obviamente además de hablar con “profesionales” y gente tan humana como los que “protegen" a nuestros hijos, intenté ponerme en contacto con diversos personajes de su entramado para que tuvieran la decencia y la talla ética y moral de contestarme a mis inquietudes, que no olvide son mis hijos, pero nadie dio la cara: Su secretaria; la secretaria de la entonces Directora General de Infancia y Familia (una tal Maribel); la Sra. Sánchez Villa, tras nuevamente solicitarle respuestas; un tal Eduardo; otra llamada Mercedes, ambos pertenecientes a su gabinete; una tal Lali, vuelta a reiterar a Maribel (secretaria de Sánchez Villa nuevamente)… un extenso mes intentando que alguien me informase de algo y dejando a diestro y siniestro teléfonos y direcciones de contacto. Nada de nada.
Incluso el teléfono del Menor, que dependía de ustedes y del que tanto publicitan ni de la asociación Anar para menores en riesgo a los cuales les trasladé la problemática que mi hija sufría no hicieron nada; es más el primero tras coger datos diversos para anotar la denuncia finalmente se inmiscuyó tras narrarle que había incluso acudido a toda la cúspide autonómica. La segunda, seguramente alertado por la primera, ya que llame por recomendación de la primera al día siguiente me trató como a esas mujeres que en los años de la dictadura, pero que parecen no quedan tan lejos, se sentían vejadas tras denunciar hechos de maltrato a la policía, lo que en modo alguno concuerda con publicidades engañosas como las que se exponen (Léase http://www.extremaduraaldia.com/extremadura/ninos-y-adolescentes-extremenos-podran-transmitir-sus-problemas-y-recibir-asesoramiento-a-traves-del-telefono-del-menor/73624.html )
Han sido muchas las ocasiones que he intentado que ustedes den la cara pero veo que ha sido en vano; incluso perjudicial por poner en evidencia tan anómalo y vejatorio trato.
Tras estos infructuosos intentos de que ustedes realizasen sus funciones como protectores y garantes de los ciudadanos; mas en este grupo de menores solicité al especialista que lleva a mi hija a que intentase ayudarnos, ya que como me comentó la ex Directora de Infancia y Familia, ambos mantenían una buena relación, teniendo en cuenta que la Sra. Sánchez Villa procedía de Sanidad. Desgraciadamente, ya no sólo se verificó este apoyo sino que de nuevo entraron en juego los dos técnicos referenciados y pidieron a este especialista que a pesar de ser yo quien solicitaba esa intervención fueran ellos con determinados agentes locales y del sistema educativo los que se reunieran con el especialista y no yo, siendo excluido de esa reunión. Paralelamente y por segunda vez se vuelven a pedir a diestro y siniestro informes que evidencien sobre todo posibles malos tratos negligencias, descuidos, marcas, etc.
Finalmente se pretendió autoamnistiar a todos los implicados en esta lamentable caza de brujas hacia mi persona y tras pactar con el especialista y a petición suya que tuviésemos una posterior reunión a trío esta no se cumplió, encontrándome no ya sólo con los técnicos de educación sino con personajes del entramado educativo, por lo que me negué a dicha reunión, dado que así se había pactado y que puede ser demostrado, como ya lo hice al entregarle en la ultima reunión copia los técnicos. De ahí me trasladé seguidamente a hablar con el Fiscal de Protección al Menor, Sr. López.
Una última reunión en marzo de 2009 donde asistí con mi hija dio como resultado nulos recursos de los técnicos que me citaron tras no saber ni que contestarme ni en qué basarse, mientras mi hija en otra habitación pintaba un par de dibujos que posteriormente y como vengo denunciando desde hace años es un indicativo mas del daño que se le ha estado haciendo, pues uno de sus dibujos reflejaba el trato vejatorio de niños hacia ella, constatado unos pocos días después, una vez mas por un niño de su clase, uno de los tantos que la había estado hostigando y atemorizándola durante el curso, por lo que me vi obligado a poner una denuncia ante la Guardia Civil de mi localidad. Posteriormente el dibujo y la narración de hechos se le solicita al entonces psicólogo y técnico que lleva el caso, poniendo trabas reparos y dudas para que se me entregue dicha información, viéndome obligado a hacerles un escrito y enviándoseme finalmente sólo los dibujos, no así los hechos, muy tarde, tras supongo alertar Fiscalía a su Consejería, tras volver a insistir en mi denuncia con nuevas pruebas, informes y hechos a los realizados en diciembre de 2007, y con el agravante de venirme a decir que sería falta muy grave inmiscuirse en asuntos de otras consejerías, como si el maltrato a una menor en este caso tuviera fronteras, y hubiese que inmiscuirse cuando una determinada institución consiente estos graves hechos y otras cómplices callan o niegan.
Termino recordándole que se me ha intentado hacer un estudio psicológico/psiquiátrico para ver la idoneidad de mi supuesto deterioro mental, lo que me parece gravísimo como así me lo constató en su día el especialista que lleva a mi hija y sus técnicos que pretendían eso. Evidentemente la factura emocional y anímica es muy elevada dado el desgaste que como acosadores institucionales he tenido, lo que agrava mas aún esta kafkiana y cínica situación.
Asimismo les hago responsables de mi salud futura inmediata, ya que no descarto posturas radicales ante tanto y escandaloso oscurantismo y represión; postura si llega el momento que no es ni más ni menos que la última consecuencia del ACOSO; en este caso, reitero, INSTITUCIONAL
Ante todo este cúmulo de barbaridades y dado que ni siquiera les alerta que mi hija lleve 17 meses sin asistir a clase ni nadie se haya preocupado por mi hija ni por su hermano, le insto a que me traslade con la mayor celeridad posible y que estimo puede estar en unos 15 días un informe serio, descriptivo y fundamentado de los hechos para cotejar hechos y realidades conmigo y por el que le hago responsable de su total transparencia, por lo que no descarto medidas tendentes a reparar todo el daño que a mis hijos y a mi como protector de ellos se nos esta infringiendo; incluida responsabilidades político administrativas y destituciones varias si hiciese falta.
Manuel Rodríguez González
Villafranca de los Barros, 14 de marzo de 2010
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