Para mis amigas y amigos.

Con este video quiero dar las gracias a mis amigos y amigas por su apoyo, paciencia y comprensión y decirles que pueden contar conmigo como yo lo hago con ellos.

¡¡¡Gracias, sois geniales!!!



La diversidad permite se conocedores de todo, la unidad ayuda a encauzar los esfuerzos con un propósito, pero entre lo estas fuerzas hay frágil balanza.

Luís Gabriel Carrillo Navas

jueves, 13 de noviembre de 2008

¿Incoherentes con nuestros propios principios?


Puede ser, claro que puede ser. Todo puede ser. Pero no siempre todo lo que es, es lo que debería.

Vivimos en una sociedad anclada en distintos modelos de comportamiento y nunca sabemos por donde vamos a acabar saliendo unos y otros. ¿Qué nos ha pasado para qué en el momento actual estemos tan confundidos, tan perdidos, tan extraviados y nos acabemos convirtiendo tantas veces en personajes incoherentes con nuestros propios principios?


Me pregunto muchas veces en qué punto perdemos el sentido de la consciencia y del razonamiento y qué es en definitiva lo que nos motiva a ello. Son muchas las respuestas, pero al final ninguna es válida porque yo también me siento capaz de manifestarme tantas veces incoherente y bien saben las divinas providencias que es tan cierto lo que digo, como cierta es su inexistencia.

Hay tres actitudes sociales y humanas que actualmente me confunden por el mal uso que pienso que hacemos de ellas, la caridad, la solidaridad y la responsabilidad. Tres grandes valores que no aplicados en su contexto, en su debido momento y con el rigor que precisan y merecen pueden ser demoledores para el conjunto social y para nosotros como individuos, porque acaban dándonos como produzco la siempre repudiada por todos hipocresía social y sus devastadoras consecuencias.

Nosotros somos los responsables de alterarlos y destruirlos.

¿Alguien conoce algún hipócrita, capaz de definirse así? Pobre de aquel que se le ocurriera porque se apartaría de su lado todo el mundo pese a estar arrepentido.


Pero lo curioso y paradójico es que todos en mayor o menor grado admitimos que la hipocresía social es un vicio de nuestro tiempo, como si nosotros mismos no perteneciésemos a esa sociedad, mientras que por que el mero hecho de que no hacemos algo por erradicarla, más allá de criticarla, la admitimos porque damos por seguro que aquella personas que intente enfrentarse a cualquier conducta hipócrita, automáticamente se convierte en excluída

Tal vez esto se solucionaria fácilmente como todo, pensando, trabajando y partiendo del principio de responsabilidad de uno mismo que va más allá de salvar el culo como solemos hacer, con lo que el principio de solidaridad y el de caridad se suelen desvirtuar a través de siglos y siglos, llevados de la mano de erráticas creencias religiosas, políticas y sociales que nacieron para confundirnos.

Solo si somos responsables, primero de nosotros mismos, podremos ser solidarios y también caritativos.
Mª Ángeles Sierra.
(Se agradece abrir debate a través de comentarios, sobre esto que sin más me ha salido)

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