
No fuimos más que tiempo invertido.
Trabajos cruzados, sacrificios forzados,
sonrisa espontánea.
Pequeñas llamaradas de ilusión,
de pasión y de esperanza.
Raíces enterradas en la tierra,
profundas, calladas.
Momentos de silencio.
Dormidas miradas.
Noches de tertulia abierta,
cantándole al alba
No hay dolor sin sentimiento.
Cae la nieve a través de mi ventana
El tiempo pasa, la vida pasa,
la alegría pasa, la tristeza pasa.
La nieve cuaja.
Pasan los años a través del cuerpo,
y mientras, se madura el alma.
Los ojos que antes miraban hacia afuera
Hoy miran hacia adentro,
porque afuera ya no hay nada.
La maleta se envejece,
el equipaje se degrada.
El recuerdo toma fuerza,
se convierte en pura sabia
forjada con licores de unas lágrimas
y al tiempo la sonrisa perpetúa
que el tiempo ya se acaba.
Ya no hay sangre en las heridas.
Han dejado solo marcas.
En cada marca una historia,
con cada historia una espada
tras cada espada hubo un puño
capaz de desenfundarla,
impasible por saciarse
con la fuerza de tu alma.
Tras esto vendrá el consuelo
con la paz que le acompaña,
se sentarán a tu lado,
te mirarán a la cara,
recogerán tus pedazos y dirán:
“Hasta mañana”
Mª Ángeles Sierra.
1 comentario:
Bonita poesia amiga.
Todo pasa y quedan en buenos o malos recuerdos,pero se tiende a recordar mas bien los bien.
Animos amiga y sigue con tu reflexiones
Besos
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