El trastorno mental
Raúl Velasco Sánchez
Ante las últimas noticias habidas y relacionadas con el protocolo de tratamiento involuntario para personas con trastorno mental, no puedo más que llevarme las manos a la cabeza. Me interesa desde hace años la psicología, sobre todo la humanista, la que considera a todos los individuos como iguales, sin distinción por clase, categoría, raza o problemas de salud.
Quiero plantear a este foro, como usuario y familiar de los servicios de salud mental, una pregunta que se me antoja de Perogrullo: ¿cómo actúa un ser humano ante lo que considera una amenaza, una vulneración reiterada de sus derechos inalienables como ser humano? Sólo se me ocurren dos posibilidades: poner la otra mejilla, bajar la cabeza y acatar el chantaje o una respuesta agresiva o autolítica.
En las medidas que propone el presidente de la Audiencia Provincial de Alicante y colaborador habitual de este rotativo, Vicente Magro, y su afán por promover protocolos que pese a su buena intención no se amparan ni en legislación nacional (ver Constitución, artículos 9 y 10), ni internacional (declaración de Derechos Humanos y congreso de la OMS en Luxor, año 1988), y que sobre todo, tal y como han reiterado asociaciones de familiares, como de profesionales (FEAFES, AEN, etcétera) no existen hoy en día ni en Alicante, ni España los medios de tratamiento integral en la salud pública para que estas medidas no signifiquen una vulneración de derechos y una estigmatización de la persona. Digo: el loco, antes que loco, es persona.
Raúl Velasco Sánchez
Fuente: Información.es
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