Joaquín Mora retomará la huelga de hambre "si la Junta sigue en silencio"
Este onubense exige información sobre el estado de la casa que le han ofrecido y sobre el inicio de las obras en la misma
Elena Oliveros / Huelva Actualizado 25.06.2008 - 01:00
Tras abandonar la huelga de hambre el pasado 30 de mayo, que se prolongó durante 18 días, gracias a que la Junta le ofreció una vivienda en Huelva, Joaquín Mora aún continúa peleándose con la Administración andaluza. Ahora, está dispuesto a retomar la huelga de hambre en poco más de un mes. "Desde el mismo día en que depuse la huelga estoy pidiendo a la Delegación de Vivienda información sobre la casa que me han concedido y aún no he recibido respuesta alguna, por lo que no me queda otra alternativa que volver a empezar desde el principio". Según asegura el propio Joaquín, el problema es que los responsables de la Delegación de Vivienda en Huelva encargados de su caso mantienen un silencio absoluto en cuanto a las condiciones en las que se encuentra el inmueble, las obras necesarias para adaptarla a sus necesidades y en lo que se refiere al comienzo de dichas obras.
Decidido y sin prisas, Joaquín explica que dos meses es plazo suficiente para que le den la información que demanda por lo que no está dispuesto a esperar más. Pocos son los datos de la vivienda que conoce Joaquín. Gracias a la organización que le representa ante la Junta, el Ceapat (el centro estatal de autonomía personal y ayudas técnicas, dependiente del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte), este onubense ha conseguido saber que el inmueble en cuestión es un dúplex de 70 metros cuadrados "que resultaría aún más pequeño cuando instalen el elevador y cuyo cuarto de baño de la planta baja no puede ser adaptado, por lo que no es la vivienda más apropiada para un discapacitado en sillas de ruedas como yo", añade Joaquín.
Desde la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva se limitan a decir que "estamos trabajando en ello".
Ante esta situación, Joaquín esgrime dos valoraciones: por un lado, precisa que todo "este secretismo puede deberse a que estén dejando mi caso abandonado una vez que consiguieron que abandonara la huelga de hambre y creyeron que todo estaba solucionado" o por otra parte, "deduzco que no quieren que yo sepa lo que están haciendo o los problemas que están teniendo".
Elena Oliveros / Huelva Actualizado 25.06.2008 - 01:00
Tras abandonar la huelga de hambre el pasado 30 de mayo, que se prolongó durante 18 días, gracias a que la Junta le ofreció una vivienda en Huelva, Joaquín Mora aún continúa peleándose con la Administración andaluza. Ahora, está dispuesto a retomar la huelga de hambre en poco más de un mes. "Desde el mismo día en que depuse la huelga estoy pidiendo a la Delegación de Vivienda información sobre la casa que me han concedido y aún no he recibido respuesta alguna, por lo que no me queda otra alternativa que volver a empezar desde el principio". Según asegura el propio Joaquín, el problema es que los responsables de la Delegación de Vivienda en Huelva encargados de su caso mantienen un silencio absoluto en cuanto a las condiciones en las que se encuentra el inmueble, las obras necesarias para adaptarla a sus necesidades y en lo que se refiere al comienzo de dichas obras.
Decidido y sin prisas, Joaquín explica que dos meses es plazo suficiente para que le den la información que demanda por lo que no está dispuesto a esperar más. Pocos son los datos de la vivienda que conoce Joaquín. Gracias a la organización que le representa ante la Junta, el Ceapat (el centro estatal de autonomía personal y ayudas técnicas, dependiente del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte), este onubense ha conseguido saber que el inmueble en cuestión es un dúplex de 70 metros cuadrados "que resultaría aún más pequeño cuando instalen el elevador y cuyo cuarto de baño de la planta baja no puede ser adaptado, por lo que no es la vivienda más apropiada para un discapacitado en sillas de ruedas como yo", añade Joaquín.
Desde la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Huelva se limitan a decir que "estamos trabajando en ello".
Ante esta situación, Joaquín esgrime dos valoraciones: por un lado, precisa que todo "este secretismo puede deberse a que estén dejando mi caso abandonado una vez que consiguieron que abandonara la huelga de hambre y creyeron que todo estaba solucionado" o por otra parte, "deduzco que no quieren que yo sepa lo que están haciendo o los problemas que están teniendo".
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